Nos encontrábamos en la primera fase del «estado de cambio» , así lo llamábamos entre nosotros, era como una especie de «estado de emergencia» en el que se debían tomar acciones radicales sobre el asunto. Nuestros primeros tres pasos fueron:
- concienciarnos y organizarnos
- desprendernos de todo aquello que ya no nos hacía falta
- reducir al máximo posible nuestro consumo
Conciencia y organización
La primera acción fue la más fácil de todas. La conciencia ya la teníamos adquirida, estábamos decididos a realizar todos esos cambios. Y la organización fue sentarse y ponerse a escribir algo así como:
«ESTANCIAS, REVISIÓN Y CLASIFICACIÓN DE OBJETOS»
Nosotros empezamos por nuestro dormitorio. Esta estancia nos parecía la más fácil porque ya de por sí es bastante pequeña y no tiene apenas cosas. Por lo tanto estaba muy claro en que debíamos centrarnos: armario y cajones.
Nuestra forma de proceder con la clasificación, la adoptamos del libro La magia del orden; Por una lado estaba el montón de cosas que se querían CONSERVAR, en otro montón de lo que nos queríamos desprender porque ya no usábamos pero estaba en buen estado y por lo tanto, lo podíamos DONAR/REGALAR, y por ultimo, el montón de las cosas que estaban en mal estado, rotas o muy viejas que serían para RECICLAR/TIRAR.
Desprenderse
A modo resumen, nos deprendimos de un montón de toallas, sabanas bajeras, calcetines desparejados, ropa interior muy vieja, camisetas » de las de dormir» para un equipo de fútbol, vestidos de plena moda en 1996, medias rotas, cinturones en mal estado, bikinis de cuando la canción del verano era el tiburón, etc…
Las claves de mi armario son las siguientes:
- Todas las perchas son iguales (preferiblemente de madera) y las prendas están ordenadas por categorías.
- Adopte las claves de un armario cápsula y el método 33. Este concepto lo explicaré y enseñaré de forma extendida en un próximo post.
- Tener claro cual es mi estilo, que me sienta bien y que tonalidades conforman mi fondo de armario.
Cajón nº1: jerseys de invierno y pantalones largos.
Cajón nº2: camisetas de manga corta, bikinis, medias, fajas, cinturones y pañuelos.
No es mi intención ser hipócrita y os diré que no he cumplido propósitos que eran importantes para mi. Me refiero a que ya que había decido tener un armario pequeño y lo más atemporal posible, me hubiese gustado que todas mis prendas fueran de buena calidad, de marcas éticas y sostenibles. Pero no ha podido ser. Me ha resultado difícil encontrar tiendas sostenibles, donde tuviesen prendas básicas, de mi estilo o que simplemente me gustasen o favorecieran y en esos casos he acabado recurriendo al «gigante de la moda».
Cuando empezamos a desprendernos también empezaron a surgir los primeros conflictos. A veces, los distintos miembros de la familia no estamos en el mismo punto de auto-convencimiento y cuando llega la hora de la verdad entonces aparecen las excusas. Recuerdo que a mi marido no le pareció nada bien tener que desprenderse de una caja polvorienta repleta de CD’s que ya no escuchaba. Son mis recuerdos decía para auto-convencerse. Sus recuerdos no eran esos objetos, era el contenido. La solución fue apuntarse todos los títulos de canciones que contenían esos cd’s y recopilarlos en una lista de Spotify.
Fue así como surgieron las concesiones: nos pareció conveniente que cada uno de nosotros tuviésemos una concesión referente a una cosa que nos gustase mucho. Mi marido eligió su colección de vinilos, y yo elegí libros para mi y cuentos, para Leo. Todo lo que no fuese vinilos y libros iba fuera, sin discusión.
Tras nuestra habitación, el siguiente objetivo fue la habitación de Leo. Pero esta bien merece un post aparte y lo tendré listo lo antes posible. Se que uno de los aspectos que más cuestan a la hora de implantar el minimalismo es en lo referente a los niñ@s. Por eso quiero tratar este tema de forma más especifica.
Seguimos por la cocina, nosotros vivimos en estos momentos en un piso de alquiler y hay ciertos cambios, sobre todo los referentes a estructura, que no podemos hacer a nuestro gusto o necesidad. En el caso de la cocina los cambios fueron más de vaciar cajones de utensilios repetidos o inservibles, así como cinco tipos de cucharas casi iguales, tropecientos trapos de cocina, menaje en mal estado y el carrito de la compra, el cual nunca habíamos usado y solo servía para llenarlo de bolsas de plástico.
El cambio más significativo en la cocina fue el espacio para la despensa.
BEFORE
AFTER
Ahora todo tiene su sitio, tenemos el botellero, las cosas del desayuno siempre a mano, los libros de recetas, la caja de la fruta y los botes de legumbres y pastas que más usamos. El resto de las cosas las tenemos guardadas en el armario.
El salón – comedor sigue estando en continua evolución. Estos cambios se van sucediendo según las necesidades de Leo. Cuando con seis meses empezó a gatear y a los diez a andar, todo nos resultaba molesto y por eso nos deshicimos de la mesa de centro (seguimos sin ella) y de algunas plantas de gran tamaño (las cuales ahora tenemos en nuestra terraza).
BEFORE
AFTER
A día de hoy, todavía tenemos estancias pendientes de ser cambiadas. Como nuestra zona de trabajo o el espacio de almacenamiento de la entrada. Estas estancias son nuestro objetivo más próximo. ( Sino nos hemos mudado antes, que en ello estamos).
Reducir consumo
Mucha gente piensa que el minimalismo es ausencia de consumo y no es así. El minimalismo es no caer en el consumismo, es dejar de comprar cosas que no necesitas solo porque alguien o algo te esta diciendo que lo hagas. El minimalismo es consumo necesario, responsable y sostenible y de ello hablaremos de forma extensa un poco más adelante, para no alargar mucho más este primer post de contenido.
¿Os parece complicado adoptar estos cambios? ¿Alguien se ha animado ya a hacerlos?
¡Contadme!
Ey! Hola Gemma. He topado de casualidad con tu Instagram y me ha llamado la atención el blog. Te felicito por animarte a contar tu experiencia. Justo este fin de semana comencé a ver el documental de Netflix minimalism, y aunque no lo he podido acabar (también tengo una peque y todo ahora se hace a ratitos) me parece super interesante. Así que ya tienes una seguidora más esperando tus publicaciones y a ver si así me animo yo tmb! Un saludo
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Que bien Esther! Me alegro mucho de que cada vez seamos más la gente que estemos intentando mejorar y moderar nuestro consumo. Muchas gracias por leerme! un saludo!
Gemma
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