Como os comentaba en este post nuestro camino hacía el minimalismo está centrado en tres aspectos básicos: 1) la conciencia y organización, 2) el desprenderse de todo aquello que ya no nos hace falta y 3) la reducción de consumo o el uso responsable de este.
De este ultimo quiero hablaros hoy. Concretamente de los hábitos que hemos adquirido para hacer nuestra compra semanal de alimentos.
El movimiento más importante que apareció en nuestra vida para cambiar completamente nuestra forma de consumir fue el ZERO WASTE.
A grandes rasgos este movimiento o filosofía consiste «en reducir al máximo los residuos y basura que generamos cotidianamente, reduciendo así también, nuestro impacto en el medio ambiente».
Las 5 claves para poner en practica el zero waste son:
- Rechazar todo aquello que no necesitamos
- Reducir nuestro consumo
- Reutilizar nuestros recursos lo máximo posible, apostando por las cosas de larga durabilidad
- Reciclar aquello que no hemos podido ni rechazar, ni reducir, ni reutilizar
- Compostar toda nuestra basura orgánica
Si queréis más información sobre este movimiento os recomiendo que visitéis: zero waste europe
¿ Como empezar a hacer la compra según la filosofía zero waste?
Estos son los pasos que seguimos nosotros cuando vamos a hacer la compra semanal:
- En primer lugar, organizamos y planificamos las comidas semanales. Este paso para mi es uno de los más importantes pues haciéndolo te aseguras tres cosas: un menú equilibrado, un ahorro importante del tiempo y un menor desperdicio de alimentos.
- Apostamos por comprar en el mercado central y en las pequeñas tiendas del barrio. Así, nos aseguramos de comprar alimentos reales, no procesados y llenos de aditivos, conservantes y colorantes.
- Compramos a granel todo lo que sea posible. Este es el paso que nos hace volver a casa con muchísimos menos envases y basura.
- Llevamos nuestras propias bolsas y envases reutilizables.
¿Hacemos la compra?
En nuestra bolsa de la compra encontrarás:
Frutas y verduras: componen entre un 50 y un 60% de nuestra compra total semanal. La clave está en comprarlas de temporada, de Km 0, producción local y de agricultura biológica y ecológica. De la compra de verduras y frutas ha surgido otro movimiento genial llamado #DESNUDALAFRUTA del que soy una autentica fan. Este movimiento creado por vivir sin plastico y la hipotesis Gaia invita a reflexionar sobre lo estúpido y ridículo que resulta ver en los supermercados la fruta envasada en bandejas y envases de plástico y pide a los consumidores que lo compartan con el fin de que los supermercados dejen de hacerlo.
¿Qué necesidad hay de envolver unos plátanos, unos aguacates, unas peras o manzanas en plástico? ¿A caso ellas no tienen su propio envoltorio natural, compostable y orgánico que las conserva de la mejor forma posible?
Aun así, voy a fruterías donde venden a granel y todavía me encuentro ciertos productos como son las fresas o los tomates cherry’s envasados. Por eso hemos decido plantar ambos en nuestro pequeño huerto urbano.
Las legumbres, cereales y pastas: fue todo un descubrimiento para mi dar con tiendas que vendiesen todos estos productos a granel y ¡a cinco minutos de mi casa! Voy con mis propias bolsitas de algodón reutilizables y compro todo lo que necesito para un mes; quinoa, garbanzos, lentejas, pasta de trigo integral, harinas integrales, pasta de lentejas rojas, cous cous …
Soy consciente de que depende de en que lugar vivas, este servicio pueda resultar muy difícil de encontrar ya que apenas hay supermercados que lo ofrecen. Ojalá pronto en España tomen ejemplo de otras ciudades europeas e incorporen mas secciones de productos a granel.
Pescado y carne: ambas la compramos al día. La carne la hemos reducido a un día por semana y está en nuestro objetivo a medio plazo eliminarla completamente de nuestra dieta. En este caso vamos directamente con nuestro taper de cristal y los tenderos o bien descuentan el peso neto del taper, o bien nos pesan las cosas directamente en la balanza y luego nos lo ponen en nuestro envase.
Encurtidos y conservas: muchos de ellos también los compramos a granel, como las olivas o los pepinillos. En cuanto a las conservas, intentamos que sean siempre en botes de cristal y no en latas, ya que estos botes se pueden reutilizar para ir a comprar otros productos a granel y cuando ya no se usan se pueden reciclar de forma totalmente segura.
RECUERDA: el vidrio es el único envase que se recicla en su totalidad si lo depositas en el contenedor verde.
Huevos y lácteos: huevos frescos y ecológicos en huevera de cartón reciclado y que se puede reutilizar para la próxima vez que se compren a granel, yogures naturales de cristal de la marca el pastoret (me he planteado lo de la yogurtera pero por el momento no quiero un trasto más por la cocina) y la leche en tetrabrick, ya que no hemos encontrado una forma factible de sustituir este envase.
Líquidos: El aceite de oliva y el vinagre lo compramos en botella de cristal. Hemos dejado de consumir agua y zumos envasados. Lo único que compramos en envase tetrabrick es el cacaolat. Ahora en verano nos encanta merendar horchata y vamos a comprarla a la tienda con nuestra propia botella de cristal.
Salsas: Hemos optado por hacer nuestras propias salsas. Ya que no usamos tantas como antes, ahora hacemos nuestro propio pesto de albahaca, el tomate frito, que usamos para diferentes comidas y la mayonesa, que hacemos de vez en cuando. Más adelante os subiré un post con estas recetas.
Especias y condimentos: casi todas las especias que usamos para condimentar las comidas son especias frescas que tenemos plantadas en pequeñas macetas; albahaca, cilantro, perejil, tomillo y romero. La sal y la pimienta la compramos en molinillo de cristal.
A grandes rasgos esta es nuestra nueva forma de comprar desde principios de año. Se que hemos reducido mucho nuestros envases porque ahora reciclamos una vez al mes y antes lo hacíamos un par de veces por semana.
Todavía nos queda mucho para alcanzar la perfección. Seguimos pecando algunos fines de semana comprando helados envasados o bolsas de patatas fritas. Y también tenemos que sustituir nuestra cafetera de capsulas por otra más ecológica. Pero poco a poco, ¡todo llegará!
La próxima semana hablaré del zero waste en el tema higiene. ¡Allí os espero!
La fotografía de fruta envasada en bolsas de plástico pertenece a Greenpeace.
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